La pieza que he intervenido está compuesta por dos materiales muy distintos; madera y plástico. La madera es un material orgánico, que nos pone en contacto con lo vivo, mientras que la parte del metraquilato me lleva a pensar en lo artifical. La plancha resultante es muy bella en sí misma, y las 9 partes de madera que la componen tienen a su vez el dibujo de círculos concéntricos que crean en la pieza una posible visión del mundo. 
He intervenido la parte de la madera, dibujando con colage, tintas y técnicas secas la figura de un hombre agonizante, deforme, compuesto por dos piernas, torso y cabeza. Creo que los adelantos de la ciencia y la tecnología pueden convertirnos en esto, ya que si logran instalarnos microchips de memoria en nuestros cerebros para así poder convertirnos en cyborgs, nos dejarán de crecer los miembros, y nos convertiremos en entes con cabeza y los órganos necesarios para vivir. Pero este hombre de mi dibujo está en el punto de haberse dado cuenta del profundo error que se ha cometido. Ya no es un ser humano. Ni siquiera él sabe qué es.
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